Descripción general del proyecto de nueva economía climática

los Nueva economía climática es un proyecto desarrollado por la Comisión Global de Economía y Clima, formada en 2013 por los gobiernos de Colombia, Etiopía, Indonesia, Noruega, Corea del Sur, Suecia y Reino Unido. El propósito del informe de la Nueva Economía Climática de 2018 es proporcionar pautas para que los gobiernos, las empresas y la sociedad logren la prosperidad económica y el desarrollo al tiempo que mitigan el cambio climático.

Hallazgos clave en el Informe sobre la nueva economía climática

Los siguientes 2 a 3 años son críticos, ya que tLas decisiones que se tomen en estos años darán forma a lo que ocurrirá durante la próxima década. Las consideraciones más importantes son las siguientes:

  • Fijar los precios del carbono y compartir información sobre los riesgos financieros relacionados con el clima
  • Invertir en infraestructura sostenible.
  • Fomento de la innovación y la transparencia a través de la iniciativa privada.
  • Enfoques centrados en las personas

Fijación de precios del carbono y riesgos financieros relacionados con el clima

Los precios del carbono son actualmente demasiado bajos para incentivar acciones que reduzcan las emisiones, y es necesario aumentar los precios y el número de países donde se aplican.

Existe un grupo de trabajo sobre divulgación financiera relacionada con el clima (TCFD), que aumentará la transparencia de las inversiones actuales relacionadas con los combustibles fósiles. A medida que los inversores se vuelven más conscientes de los riesgos involucrados, se puede esperar una mayor disponibilidad de capital para alternativas bajas en carbono.

Infraestructura sustentable

La infraestructura sostenible es la principal estrategia propuesta por el informe para nuevos proyectos de desarrollo. Los planes de financiamiento deben considerar los efectos climáticos y la sostenibilidad del proyecto, junto con la inversión en bosques, humedales y otros entornos naturales.

Las organizaciones como los bancos multilaterales de desarrollo y las instituciones financieras de desarrollo deben verificar que sus inversiones no sean solo financieramente viable, pero también ambientalmente sostenible.

Promoción de la innovación y la transparencia a través de la iniciativa privada

Muchas empresas ya están incorporando la innovación como parte de sus planes para abordar el cambio climático. Es necesario crear regulaciones e incentivos que promuevan una economía baja en carbono, como exenciones fiscales para las empresas que implementen medidas de sostenibilidad. Dado que ahora hay muchas empresas con operaciones globales, las asociaciones internacionales son clave para una innovación eficaz.

Enfoques centrados en las personas

Una economía más verde no solo protege a las personas de los efectos adversos del cambio climático; también puede crear nuevos sectores comerciales y oportunidades económicas para la sociedad. Los gobiernos deben establecer planes de transición energética de cero emisiones, que pueden ofrecer los siguientes beneficios:

  • Fomento de la diversificación económica.
  • Importante creación de empleo.
  • Mejora de las tecnologías bajas en carbono.
  • Reducciones de costes tecnológicos para hacerlas más asequibles.

Esta transición requerirá liderazgo, colaboración y capital. Las organizaciones financieras juegan un papel clave en el liderazgo de las inversiones y en el establecimiento de las condiciones adecuadas para que el capital privado pueda replicar proyectos exitosos.

Sistemas económicos clave involucrados en la nueva economía climática

Descripción general del proyecto de nueva economía climática

La Comisión Global sobre Economía y Clima se centra en cinco áreas clave: energía, ciudades, alimentos y uso de la tierra, agua e industria. Estas áreas ofrecen el mayor potencial de crecimiento y mitigación del cambio climático. Al transformar estos cinco sistemas, es posible crear un mejor modelo de crecimiento centrado en las personas.

Energía

Energia limpia Los sistemas se pueden promover fomentando la inversión privada en tecnologías bajas o nulas en carbono. Esto se puede lograr con programas de incentivos y políticas efectivas como la fijación de precios del carbono.

Ciudades

Un desarrollo urbano más inteligente brinda oportunidades para abordar el cambio climático, reducir la pobreza y mejorar las condiciones de vida. Por ejemplo, el transporte representa una parte significativa de las emisiones urbanas, solo superada por los edificios. Sin embargo, el impacto podría reducirse expandiendo los sistemas de transporte público y no motorizado.

Alimentos y uso de la tierra

El uso sostenible de la tierra en áreas como la agricultura y la silvicultura podría generar más de 2 billones de dólares por año en beneficios económicos, al tiempo que se logra alrededor de un tercio de la reducción de emisiones necesaria para mitigar las consecuencias más dañinas del cambio climático.

Además, el uso sostenible de la tierra puede crear puestos de trabajo y mejorar la seguridad alimentaria. Al mismo tiempo, este enfoque puede restaurar los recursos naturales como los bosques y las zonas costeras, al tiempo que hace que las áreas urbanas sean más resistentes a los efectos de los efectos adversos.

Agua

El agua es fundamental para la vida, pero está mal gestionada. Los suministros de agua son especialmente vulnerables al cambio climático, pero hay formas de mitigar este impacto:

  • Crear conciencia sobre el uso sostenible del agua.
  • Mejora de las tecnologías de gestión del agua.
  • Invertir proactivamente en infraestructura pública.

Industria

Los modelos económicos actuales han creado sectores industriales donde el crecimiento está directamente relacionado con el consumo de recursos, lo que no es sostenible a largo plazo. En regiones y países que todavía dependen en gran medida de los combustibles fósiles, el crecimiento también se correlaciona con las emisiones.

El informe de la Nueva Economía Climática propone una transición a una industria circular, junto con mejoras de eficiencia y electrificación para reducir la dependencia de los combustibles fósiles. Esto permitiría un crecimiento independiente del aumento del consumo de recursos y de las emisiones de carbono. Las políticas para motivar el uso eficiente de materiales podrían mejorar la actividad económica global, al tiempo que reducen los desechos y la contaminación.