Prevención del moho y la legionela en edificios desocupados

Los medios de comunicación se centran actualmente en la nuevo coronavirus (COVID-19), pero existen otras amenazas biológicas que pueden afectar a los edificios. El moho crece en ambientes húmedos y sus esporas provocan reacciones alérgicas y brotes de asma. Muchos materiales de construcción también pueden resultar dañados por el crecimiento de hongos en sí. Por otro lado, la bacteria Legionella prospera en agua estancada y tibia, y puede causar neumonía severa con una tasa de mortalidad más alta que COVID-19.

El moho y la legionela normalmente no son un problema en los edificios donde los sistemas de HVAC y de plomería reciben un mantenimiento adecuado. Sin embargo, el brote de coronavirus ha obligado a muchas empresas a cerrar o reducir sus operaciones. Incluso si una empresa opera con colaboración remota y oficina en casa, muchos lugares de trabajo se han quedado vacíos. Un cierre descuidado de los edificios puede crear las condiciones ideales para el moho y la legionela, y esto se convierte en un problema grave al reabrir.


Mejore la calidad del aire en interiores eliminando el moho y los gérmenes transportados por el aire.


Para prevenir el moho, ASHRAE recomienda una humedad relativa por debajo del 60%. La legionela se puede controlar calentando agua a 140 ° F y manteniéndola en circulación a intervalos regulares. Además, la Legionella y las esporas de moho pueden inactivarse con Irradiación Germicida Ultravioleta (UVGI). Este método de desinfección es muy útil en lugares donde la humedad es inevitable, como los serpentines de enfriamiento de las unidades de tratamiento de aire (UTA). El filtrado de aire también es eficaz contra las esporas de moho y las bacterias, y el filtro idealmente debería tener una clasificación MERV 13 o mejor.

Prevención de moho en edificios vacíos

Prevención del moho y la legionela en edificios desocupados

El moho es un organismo resistente y crece casi en cualquier lugar si se permite una humedad relativa superior al 60%. Los materiales porosos como el aislamiento y la fibra de vidrio son especialmente vulnerables, ya que el moho puede crecer en su interior. La limpieza completa es a menudo imposible cuando esto sucede, y el material afectado debe desecharse y reemplazarse. Los muebles y alfombras con humedad acumulada también son susceptibles al crecimiento de moho.

El personal de mantenimiento normalmente puede lidiar con pequeños parches de moho, y la guía detallada está disponible en el Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos. Sin embargo, una infestación importante de moho requiere una empresa profesional de eliminación de moho.

  • Si se permite que suceda dentro de su edificio, esto puede retrasar la reapertura después del brote de coronavirus.
  • Tenga en cuenta que la suciedad y otras sustancias a veces pueden tener una apariencia similar al moho. En caso de duda, puede ponerse en contacto con una empresa de pruebas de moho para analizar una muestra.

La mejor medida de prevención contra el moho es mantener la humedad relativa por debajo del 60%, según lo recomendado por ASHRAE. Eliminar el moho directamente es muy difícil y sus esporas pueden extenderse por todas partes en el interior de los edificios. Sin embargo, tanto las manchas de moho como las esporas mueren cuando la humedad relativa se mantiene por debajo del límite ASHRAE.

Bacteria Legionella: riesgos y prevención

Prevención del moho y la legionela en edificios desocupados

La bacteria Legionella puede causar una forma grave de neumonía llamada enfermedad del legionario. Esta enfermedad es más mortal que COVID-19, con una tasa de letalidad del 10%. Afortunadamente, Legionella no se puede transmitir de persona a persona. A diferencia del SARS-CoV-2, que es una nueva amenaza, esta bacteria se detectó por primera vez hace más de cuatro décadas en 1976.

El agua tibia y estancada crea un caldo de cultivo ideal para Legionella. En edificios desocupados, los sistemas de plomería y HVAC deben configurarse para evitar condiciones en las que la Legionella pueda proliferar. Los siguientes son algunos puntos que requieren atención especial:

  • Sartenes de condensación
  • Unidades de tratamiento de aire
  • Torres de enfriamiento
  • Cualquier tubería de agua caliente, especialmente si tiene piernas muertas.

Dado que la Legionella es un organismo vivo, se puede eliminar con UVGI al igual que los virus y los hongos. El filtrado del aire también ayuda a controlar la Legionella, ya que las bacterias pueden propagarse por las gotas de agua en el aire. Las altas temperaturas también pueden matar la Legionella, y ASHRAE recomienda calentar el agua a 140 ° F como medida de prevención. Cuando no se utiliza una instalación de plomería, el agua debe calentarse y circular a intervalos regulares.

Conclusión

Las esporas de moho son potencialmente dañinas para los ocupantes y la bacteria Legionella es aún más peligrosa. Antes de reabrir un edificio, se recomienda una inspección cuidadosa para descartar ambas amenazas. Los contratistas y el personal de mantenimiento deben usar equipo de protección personal (EPP) cuando trabajen con equipos o componentes que puedan contener moho, bacterias o virus.

Prevenir el moho y la Legionella es más fácil que eliminarlos una vez que se han extendido. Los sistemas de HVAC y de plomería no deben cerrarse por completo, o el edificio puede convertirse en un ambiente ideal para estos organismos. ASHRAE publicó una guía extensa sobre cómo administrar los edificios durante la pandemia de coronavirus y después, y las medidas de prevención para el moho y la legionela también se tratan en detalle.