Superación de los desafíos de gestión de la construcción causados ​​por COVID-19

El brote de coronavirus ha afectado a la economía en general, pero cada sector empresarial enfrenta desafíos únicos. Algunas empresas pueden continuar operando con una interrupción mínima mediante el uso de herramientas de colaboración digital. Sin embargo, los contratistas tienen pocas opciones porque la mayor parte de su trabajo se completa en los sitios del proyecto. Pueden utilizar la colaboración remota para actividades específicas, como tareas de ingeniería y gestión.


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Uno de los principales desafíos para los contratistas es proteger a los trabajadores del COVID-19 en los sitios de los proyectos. Algunas tareas requieren que los trabajadores de la construcción permanezcan cerca, lo que hace imposible el distanciamiento social. En estos casos, los jefes de proyecto pueden reorganizar las actividades para minimizar el número de trabajadores en un área determinada, combinado con el uso correcto de los equipos de protección personal (EPP). Los métodos de construcción también se pueden cambiar cuando sea posible, para reducir aún más el riesgo de transmisión de COVID-19.

El coronavirus de 2019 también ha traído desafíos financieros y legales a los proyectos de construcción. Las medidas de prevención implican costos y tiempo adicionales, y muchos contratos no aclaran cómo se divide esta responsabilidad entre propietarios y contratistas. Idealmente, los contratos de construcción deberían promover la colaboración entre las partes involucradas. Sin embargo, la falta de claridad puede dar lugar a acciones legales, lo que genera aún más costos y demoras.

Uso de tipos de contrato que promueven la colaboración

Superación de los desafíos de gestión de la construcción causados ​​por COVID-19

La entrega integrada de proyectos (IPD, por sus siglas en inglés) es un concepto prometedor, que tiene el objetivo de prevenir el desperdicio y minimizar los conflictos entre las partes involucradas. El método IPD identifica actividades que no agregan valor al proyecto, para que puedan ser eliminadas. El propietario, el arquitecto, la empresa de ingeniería, el contratista y los subcontratistas están todos involucrados desde el inicio del proyecto, y la distribución de las ganancias se establece claramente desde el principio.

Dado que la asignación de beneficios se determina desde el principio, todas las partes pierden cuando los problemas del proyecto reducen los beneficios disponibles. Esto crea un incentivo para la comunicación efectiva y la resolución colaborativa de problemas. Un enfoque de confrontación causa pérdidas para todos, y evitar el conflicto es lo mejor para todas las partes cuando se utiliza IPD.

Cuando las condiciones son inciertas para un proyecto de construcción, un contrato de costo más margen con un precio máximo garantizado (GMP) también puede lograr buenos resultados. En este tipo de contrato, el propietario se compromete a pagar todos los gastos del proyecto más una tarifa, que puede ser fija o porcentual.

  • El contratista obtiene ganancias siempre que el costo real del proyecto se mantenga por debajo del GMP.
  • Por otro lado, el contratista pierde dinero si se permite que los costos aumenten por encima del GMP.
  • En un escenario en el que el costo del proyecto y las GMP son iguales, el contratista alcanza el punto de equilibrio.

Este tipo de contrato se divide riesgo del proyecto entre el propietario y el contratista. La GMP brinda un margen de seguridad para que el contratista asuma costos inesperados, pero también establece un límite superior que da confianza al propietario. Otra ventaja de este tipo de contrato es la flexibilidad, ya que las modificaciones del proyecto se pueden manejar simplemente agregando su costo y tarifa al proyecto. Por esta misma razón, los contratos de costo incrementado también son útiles en proyectos donde el alcance no está claro.

Prevención de COVID-19 con tecnología de construcción

Superación de los desafíos de gestión de la construcción causados ​​por COVID-19

El término “contech” se usa para describir herramientas tecnológicas para la industria de la construcción, similar a “fintech” en el sector financiero. Contech puede mejorar la eficiencia de la construcción, reduciendo los costos del proyecto y acelerando su entrega. Sin embargo, también existen muchas tecnologías prometedoras que pueden reducir el riesgo de infección por COVID-19.

La tecnología portátil puede ayudar a implementar medidas de distanciamiento social en los sitios de construcción. Cuando los trabajadores están concentrados en una tarea, es más probable que ignoren los protocolos de seguridad o las pautas de distanciamiento. La tecnología portátil puede detectar estas situaciones, produciendo señales audibles o visuales para alertar a los trabajadores. Los gerentes de proyecto también pueden identificar puntos problemáticos donde los protocolos de seguridad se pasan por alto con mayor frecuencia y pueden reorganizar actividades para reducir el riesgo.

Los drones y las cámaras también pueden ser una herramienta poderosa durante el brote de COVID-19 y sus consecuencias. Los arquitectos y los supervisores de proyectos pueden simplemente volar un dron alrededor del sitio del proyecto, en lugar de caminar. En áreas que requieren un monitoreo constante, se puede usar una cámara para vigilar sin estar presente.

La combinación de tecnología, tipos de contratos colaborativos y comunicación efectiva puede reducir el riesgo de COVID-19 en los sitios del proyecto, todo mientras se usa PPE y distanciamiento social. Los propietarios y contratistas deben conocer todas las orientaciones proporcionadas por las autoridades locales, vinculantes y no vinculantes. La recomendación es utilizar todas las medidas de prevención disponibles, pero los requisitos vinculantes pueden tener consecuencias legales si no se cumplen.